La primera vez que escuché hablar de la apiterapia vivía en Vejer de la Frontera. Fue allá por el 2010 cuando Raul (la pareja que tenía entonces) me habló de esta antigua terapia, así que le estaré siempre agradecida por tan fantástico descubrimiento. Me contó como utilizando el «veneno» de las abejas y más concretamente «la apitoxina» (una sustancia que este contiene) se había recuperado de una epicondilitis que no le permitía levantar ni un vaso. Conoció esta herramienta en Madrid y años posteriores un grandísimo amigo (y también maestro) empezó a utilizarla, y progresivamente se fue haciendo un gran entendido en el uso y cuidados de las abejas, y de todo lo relacionado con ellas.
Muchos somos los que desde diferentes lugares nos acercamos a la consulta de Jose Versaci, este hombre argentino (de Córdoba) afincado en Cádiz desde hace muchos años, monitor deportivo, preparador de un gran equipo de competición de Kick boxing, (Team Versaci), piloto de parapente, director de una escuela privada de deportes de lucha, precursor de actividades sociales en San Ambrosio, una pequeña localidad gaditana, curso de psicología en la universidad de la UNEM, amigo, padre, compañero, ayudador comprometido, sensible, cercano, honesto y al que visitamos para compartir sus conocimientos, su entrega y sus habilidades.
Confiando en la ayuda que nos proporciona esta sustancia que con tanto respeto él aplica, en mi caso, una llega con las ganas y la confianza de que esta terapia puede colaborar para la mejora de nuestra calidad de vida.
La primera vez que recibí apitoxina me había levantado con el cuello bloqueado por una mala postura al dormir, y el resultado fue fulminante; una picadura de abeja y la hora movía el cuello con normalidad, la torticolis desapareció. Así que durante estos años he ido tratándome patologías de diferente índole obteniendo siempre buenos resultados, lo que hace que recomiende esta terapia con confianza.
Tras pasar un delicioso mes descansando y trabajando en nuestro próximo proyecto (T.O.V.E y la escuela española de masaje tailandés) por esta zona gaditana con Carolina, fuimos a que Jose nos tratara y se conocieran, y fue en ese encuentro donde se fraguó la idea de redactar este post; y quien mejor que Jose para contarnos en primera persona qué es la apiterapia.
Así que no explico nada más y os dejo la entrevista que le realizamos donde podréis ver: en qué consiste la apiterapia, cómo se aplica la apitoxina, para qué se usa y una demostración de la aplicación de la abeja en mi rodilla.
Adjunto también el testimonio de una paciente que viajó desde muy lejos para hacerse un tratamiento intensivo. Me causó gran agrado leer su carta, y tras consultarlo con Jose hemos decidido publicarla, y también nos contó que con el cuello ortopédico que traía la señora debido a su dolencia y que afortunadamente desechó tras el tratamiento, confeccionó la abejita que aparece en las fotos que tenéis más abajo :), aquí os dejo la carta:
Queremos dar las gracias a su compañera Caty por su alegría, cuidados y su sabiduría <3. También al talentoso David, uno de los hijos de Jose, por ser un excepcional realizador y cámara. A Alí, el pequeñajo de la casa por acompañarnos en nuestras múltiples visitas y permitirnos disfrutar de su inocencia. Y por último a Jose, al que respeto, admiro y llevo en mi corazón. Gracias.
Para más información y consultas os de dejo su contacto:
- http://www.apiterapiaandalucia.es
- Jose Y Caty: +34635981538 (preferiblemente contactar por whatsapp).
Abrazo infinito.