Hoy me estaba planteando, cocinando en el retiro para Depura Ibiza, la maravillosa oportunidad que tenemos de practicar una cocina consciente; me explico, me estoy refiriendo a la higiene mental, a aprovechar esos momentos en los que cocinamos para practicar el mindfullness, técnica que aprendimos con los monjes en Tailandia y que consiste en poner una atención plena a cada cosa que haces intentando focalizarte en ese presente. Entonces, si cocinamos cada día aprovechemos para estar solo en lo que hacemos, ya sea pelar, cortar, rehogar, batir, decorar…. Apartemos el resto de pensamientos que nada tienen que ver con la cocina y centrémonos en cocinar con todo nuestro AMOR e intención los alimentos que nuestro cuerpo va a recibir. Así estarás meditando!!! Si aún no tienes costumbre y quieres iniciarte, esta es un estupenda manera.
Hoy he hecho la prueba de nuevo, he cocinado con una bonita vibración, bien llena de AMOR, le he cantado a la comida, la he tocado con cariño y le he agradecido que nos alimente y nos aporte nutrientes. El resultado: tod@s han disfrutado mucho, se sentían contentos, han repetido sin parar lo rico que estaba, y me he sentido muy agradecida por todas las horas cocinadas.
Así que he aprovechado para experimentar en un nuevo plato muy conocido y el resultado ha sido fantástico, estaba rico, riquísimo!!!
Comparto la receta, Hummus con cúrcuma y ginger:
Hacemos un Hummus normal, 1 bote de garbanzos bio cocidos, 1 cucharada de thaín, el zumo de medio limón, 1 diente de ajo, sal, un pelín de agua, aceite de oliva y (aquí va la innovación) cúrcuma y gengibre en polvo.
Lo he presentado con gengibre fresco rallado y sésamo negro.
Ñam, ñam.
Abrazo infinito.